La ficción se hace realidad
Día 3 de cuarentena, la falta de contacto humano empieza a hacer mella en mi. Me he visto tentado de dibujarle una cara a un balón de rugby, pero la mirada de decepción de mis padres me ha hecho desistir de la idea. Sin embargo, la necesidad de salir de mi cuarto, estirar mis entumecidas piernas y hacer cosas en familia me ha llevado a asistir a las primeras Jornadas Maratonianas de Cine Apocalíptico, patrocinadas por Netflix y organizadas por COVID S.L.
Las Jornadas
El panfleto informativo de la jornada indicaba que tendrían lugar en el anfiteatro mayor del salón de mi casa. Una espaciosa sala con capacidad para 5 personas y servicio de catering desde la cocina. En la entrada, un guardia de seguridad con mascarilla y guantes me pide el DNI y el ticket. Se los doy sin dudar debido al aura amenazante que desprende. Una vez dentro veo un ambiente distendido, disperso. En la pantalla de 79” están proyectando una película del oeste a la que solo uno de los espectadores observa fijamente, un hombre de mediana edad con aspecto bonachón que está disfrutando comiendo altramuces mientras ve el film. En el otro extremo de la sala una señora mayor permanece absorta en su lectura, completamente ajena a la proyección. Por último, una tercera figura va y viene entrando y saliendo del anfiteatro con bastante presteza. Me recuerda al conejo de Alicia en el País de las Maravillas.

Recreación de la entrega del ticket al guardia por David Vargas
Siendo ya la hora del maratón, me acerco al hombre que está viendo la película de vaqueros y le pregunto por las jornadas. El caballero, perplejo, me dice no saber nada y me lleva ante la encargada de la sala, la figura que no paraba de entrar y salir, quien se hace llamar “Madre”. Ella dice que no ha recibido ninguna notificación desde COVID S.L. por lo que dichas jornadas no tendrán lugar. Esta noticia me deja boquiabierto, nunca habría podido imaginar semejante despropósito por parte de la organización. Si bien es cierto que la afluencia no había sido la mejor, si hubieran venido asociaciones de amigos del cine desde Utrera o Almensilla, como en ocasiones pasadas, y se hubieran encontrado este panorama habría sido nefasto.
Madre era una mujer que transmitía confianza y tranquilidad, y me atendió en todo momento con una sonrisa, o al menos hasta que le propuse llevar a cabo el maratón de todas formas. En ese momento torció molesta el gesto y llevando solemnemente una mano al pecho y otra al techo dijo: “En este lugar de culto no se ven esas tonterías” y acto seguido el guarda de seguridad de la entrada me llevó fuera del recinto.
No debería haber dicho nada.
El Plan B
Abatido y desengañado, lentamente abandono el edificio. No soporto que me hagan perder el tiempo así y menos con algo que me hacía tanta ilusión de ver. Pero justo cuando iba a salir, me fijo en que el panfleto tiene una letra pequeña en una de las esquinas: “Plan B: Cueva Gamer”. ¿Cueva gamer? ¿Qué podría ser eso? Sin nada mejor que hacer, decido ir a investigar.
Resulta que la Cueva Gamer era un pequeño garito situado casi a las afueras. La entrada era la de una sencilla habitación cualquiera, pero al acceder al interior un mar de leds azules invadía la oscuridad de la estancia. Daba la sensación de estar en un acuario.

Fotografía de la Cueva Gamer por D.Vargas
Me senté en silencio ante los monitores y tras registrarme en los servidores de Netflix, por fin pude acceder al maratón. El ambiente, silencioso, oscuro, solitario, era perfecto para estas películas.
El maratón
La programación contaba con la emisión de estas obras:
Kingdom Una serie surcoreana estrenada en 2019 que narra la aparición de una plaga zombie en la Corea feudal, cuando el país aún tenía emperador. Según la organización, el estreno de su segunda temporada impulsó la realización del festival. Kim Seong-hoon y Park In-je dirigen esta serie que cuenta con 2 temporadas de 6 episodios de una hora de duración.
Guerra Mundial Z Adaptación de 2013 del libro del mismo nombre, Marc Forster dirige una de las mejores películas de zombies de los últimos años. Brad Pitt tendrá que salvar a su familia y al mundo de una marabunta zombie sin precedentes en la historia del cine. Esta cinta te hará sudar adrenalina durante la hora y 57 minutos que dura.
Train to Busan Película surcoreana de 2016 dirigida por Yeon Sang-ho ¿Qué harías si viajas en tren y una plaga zombie empieza a infectarlo todo? Una de las maravillas del género de los últimos años. ¿Sobrevivirás a sus 118 minutos?
The Flu Film también surcoreano de 2013 y dirigido por Kim Sung-su. Aquí no hay zombies. Una variante de la gripe aviar asola Corea y las autoridades intentan controlarla como buenamente pueden...o no tan buenamente… La película dura 2 horas y 10 minutos.
En un lugar tranquilo Película estadounidense de 2018 dirigida por John Krasinski. Unos extraterrestres se adueñan de la tierra. Si haces el más mínimo ruido, te encontrarán. ¿Podrás estar en absoluto silencio 1 hora y 30 minutos hasta el final de la película?
A ciegas Otra película estadounidense de 2018, esta vez dirigida por Susanne Bier. Al igual que con la anterior unos extraterrestres invaden la tierra, pero en este caso solamente te pueden hacer daño si abres los ojos y les ves. Son 2 horas y 4 minutos sin poder abrir los ojos.
En total un maratón de unas 12 horas. Todo un reto aguantar. El silencio sepulcral se mantiene durante las primeras horas, pero al terminar de forma épica la temporada de la serie es necesario hacer un descanso, cosa que a Netflix le parece costar entender y pone inmediatamente la siguiente película. Pausamos y hacemos unos estiramientos. Una vez terminados, seguimos.

Recreación del visionado de las películas por David Vargas
A mitad de Guerra Mundial Z empiezo a cuestionarme si es buena idea hacer un maratón de películas de este tipo con todas las luces apagadas y completamente solo, entonces me da la impresión de escuchar un helicóptero, pero no de la película. Me quito los cascos y efectivamente se escucha uno a través de la ventana, a la par de sonidos de pasos al otro lado de la puerta. Un escalofrío me recorre la columna y para evitar un posible infarto me levanto y echo el pestillo. Con algo más de seguridad, reanudo la película, girando la silla un poco hacia la entrada.
Terminando Train to Busan, veo moverse al pomo de la puerta. Me quito los auriculares y abro. Resulta que el señor de la película de vaqueros me ha traído del catering algunos aperitivos. Conmovido por el gesto le ofrezco que me acompañe durante el maratón, pero el hombre rehúsa la invitación. Dice tener su propio maratón ya preparado y con un cariñoso apretón de manos, nos despedimos.
Mientras como decido desconectar un poco. Mi mente solo es capaz de pensar en esos momentos sobre cómo defender mi bloque de pisos de una invasión zombie… supongo que bloqueando las vías de acceso y construyendo pasarelas que nos comuniquen con otros edificios a través de las azoteas...eso nos permitiría derribar las pasarelas en caso de peligro y contener un posible brote. En resumen, pongo las noticias para relajarme pero lo único que consigo es ponerme más nervioso aún.

Recreación de los planes de defensa zombie por David Vargas
Sin muchas ganas retomo el visionado del maratón el cual consigo terminar a duras penas entre el hastío y la congoja. Deberían haber reducido el número de películas del evento. Eso de burro grande ande o no ande...creo que aquí sobraba.
Salgo de la Cueva Gamer y regreso a la sala de proyecciones del salón de mi casa. Después de 12 horas sin verme apenas, las 3 figuras del principio me saludan y se alegran del reencuentro, pero la conversación se detiene cuando en la televisión comienza la comparecencia del Ministro de Sanidad, a la par que en la calle suenan sirenas de coches de policía. Sin prestar mucha atención, me dispongo a salir de casa pero la puerta está precintada y entonces recuerdo: la ficción se ha hecho realidad.

Cartel del evento, por David Vargas
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